
La tan esperada cumbre de Copenhage se puede calificar como la gran tomadura de pelo del siglo XXI o como la gran estafa a las generaciones venideras.
La cumbre, por lo menos, ha demostrado quien es el que manda y en que sociedad vivimos y por otra parte ha vuelto a demostrar la otra cara del Mesías Obama, que es la misma que siempre ha tenido el Imperio, un Imperio capitalista y en decadencia que antes de irse a la tumba se llevara a medio mundo por delante.
A desenmascarado una vez mas la tan hoy baboseada “democracia” que simplemente es el neo-fascismo capitalista del siglo XXI.
Se ha podido ver la lucha por el reparto del “globo” y sus recursos y se ha podido constatar que la política y su cacareada “democracia” esta totalmente corrompida y que solo defiende los intereses comerciales de las grandes potencias.
El que no lo vea es porque no quiere verlo, lo malo es que cuando llegue a darse cuenta andará con un collar al cuello.
Los pueblos tienen que ir tomando conciencia de lo que esta en juego, que no es solo el cambio climático, sino su futuro como ciudadano libre.
No es solo el cambio climático sino el cambio del “Sistema” por lo que los pueblos tienen que luchar. Un sistema que a pesar de los adelantos científicos y tecnológicos, sigue siendo un sistema esclavista y anti-democrático .
Todos los medios de des-comunicación “oficiales”(los grandes manipuladores de masas) se han quedado mudos, ninguno después del gran fracaso a hecho una critica constructiva y veraz, solo desinforman, quizás sea por la frustración de ver que su Mesías ,después de haberle besado el trasero diariamente antes de desayunar en un orgasmo colectivo, a resultado ser que era falso.
Las generaciones futuras nos recordaran, no por la mierda que les vamos a dejar, sino por nuestra cobardía.
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